El matrimonio es como un castillo de naipes que se construye entre dos a lo largo de los años con algo mucho de confianza y un poco más de paciencia.
Basta un solo error para que se derrumbe y casi siempre es imposible volver a reconstruirlo.
Basta un solo error para que se derrumbe y casi siempre es imposible volver a reconstruirlo.